ALGUIEN TIENE QUE LLEVAR LA CONTRARIA

Los 12 ensayos que conforman este libro son fruto de las reflexiones y las inquietudes de Alejandro Gaviria sobre ciertos temas que lo apasionan. Los escribió durante los últimos cinco años, en el poco tiempo libre que le dejaron sus obligaciones como Ministro de Salud. Tiempo robado, además, al sueño y a su familia. Los textos fueron una especie de catarsis para el funcionario y una manifestación de su optimismo por el mundo de las ideas. Es una obra ecléctica que discurre sobre las tesis de Estanislao Zuleta, Charles Darwin y Thomas Piketty, cuenta por qué en su concepción “meritocracia” era una palabra con un sentido peyorativo, expone las razones de su agnosticismo, comparte en forma de decálogos su escepticismo y presenta con cifras concretas el progreso social que ha experimentado Colombia en cincuenta años. Los hechos y pensamientos articulados en estas páginas van en contravía de lo socialmente aceptado, fluyen por cauces diferentes a los tradicionales. Son una sorpresa que lleva al autor a decirles a sus potenciales lectores: “Espero que aquí encuentren lo que no andaban buscando”.

Describe la reflexión, crítica y análisis sobre diversidad de temas de índole política, económica, social y religiosa en Colombia a través de 12 ensayos. Es una obra que evoca la tesis de Estanislao Zuleta, Charles Darwin y Thomas Piketty, y expone las razones de su agnosticismo y la lucha diaria por por hacer valer sus ideas, describe los avances y el progreso social que ha tenido Colombia en los últimos 50 años, con cifras, datos e indicadores evidenciando que no todo lo que se escribe o dice del país es malo o cuestionado. Muestra la importancia de los avances tecnológicos, y de desarrollar políticas públicas que se encuentren en la agenda y estén ajustadas a la realidad y las necesidades comunes de quienes habitamos este territorio. Alguien tiene que llevar la contraria, no se constituye en estricto sentido en oponerse a cualquier decisión, por el contrario, se convierte en una oportunidad para plantear discusiones que permitan avanzar, romper paradigmas, estereotipos y sobre todo tal y como él mismo lo autodenominó es una  “catarsis y manifestación de optimismo por el mundo de las ideas”.  Espero que Alejandro se siga afianzando como la gran figura pública, académica e intelectual que ya es. Y por último no olvidemos estas valiosas palabras del autor “Lleven la contraria, expresen siempre su desacuerdo, no escondan sus opiniones o preferencias. Nadie se ha arrepentido de haber sido valiente