ALGUIEN QUE ANDA POR AHI

Maldito Cortázar! Maldito viaje de ida... "Alguien anda por ahí" es fiel a toda su obra. No abandona ni por un momento la originalidad, la suavidad en sus palabras, en cada palabra y en cada párrafo. La a ocurrencia de sus personajes y su manera de escribir tan mágica... "Vientos alisios" es un relato maravilloso para los amantes de los giros finales tan "cortazianos" esos que te dejan vacío por unos días... Mi preferido: " LAS CARAS DE LA MEDALLA"♥️: Donde anuncia desde el título ese doble plano, esa dicotomía, ese "que sí y que no" que tanto amo del autor... "Puede ser que hayamos dormido, estábamos demasiado distantes y solos y sucios y la repetición que se había cumplido como en un espejo, sólo que ahora era Mirelle la que se vestía para irse y él la acompañaba hasta el auto, la sentía despedirse sin mirarlo".♥️♥️♥️♥️

Volumen publicado en 1977 y que contiene 11 relatos. Los más de notable factura. Por motivos de espacio solo comento los que más me han impresionado. Cambio de luces: Tito Balcárcel es un actor de radionovelas que recibe una carta de una admiradora de nombre Luciana, de la que se enamora perdidamente. El relato transita en las sendas del amor, el romanticismo, con sabor a radioteatro, sin embargo, todo ese amor acaba en desilusión. Relato que se mueve entre las anécdotas de la radio de los viejos buenos tiempos y los amores de fábula. Segunda vez: la primera escena del relato es de una oficina llena de burócratas pasando el tiempo. Luego el relato deriva a una mujer que entra a una dependencia, aparentemente pública, jalonada por un aviso para un puesto de trabajo. Entra, se sienta, espera, llena formularios, la entrevistan sin ganas (lo usual para un miserable trabajo), la citan para "una segunda vez" y el relato, kafkiano, por cierto, termina con los burócratas del inicio riendo. Perfecto retrato de las burocracias inútiles y la desdicha, y frustración de buscar un empleo en los países latinoamericanos. Usted se tendió a tu lado: una madre y un su hijo quinceañero pasan las vacaciones de verano en una playa argentina, el hijo está intentando tener sexo con una noviecita de su edad y su madre le sugiere que use condones, la única farmacia del lugar está atendido por una vieja chismosa y cucufata, entonces la madre sorpresivamente hace la compra de los condones de marras para que el hijo se estrene sexualmente, las conversaciones entre madre e hijo son cómplices y Cortázar deja el sabor de relaciones incestuosa. Lo mejor del relato es la técnica: los puntos de vista narrativos mudan de la madre al hijo sorpresivamente, en ese sentido, el lector debe estar atento a quién cuenta qué y en qué momento. En nombre de Boby: Boby cumple ocho años y su tía (hermana de su madre) narra que Boby tiene pesadillas terribles por las noches y que acusa a su madre de hacerle daño. La tía comenta que lo dicho por Boby no tiene asidero en la realidad, sin embargo, algo tenebroso e inextricable se cierne en la conducta de Boby. La tía le hace una prueba final poniendo a su alcance un largo cuchillo que Boby parece anhelar. Mirada tierna y triste en partes iguales sobre la fragilidad de la niñez. No olvidemos que Cortázar fue abandonado por su padre cuando apenas tenía seis años y jamás lo volvió a ver. Además, vivió con una tía y tuvo una época de amargas pesadillas infantiles. Apocalipsis de Solentiname: Córtazar narra su viaje y estancia en el archipiélago de Solentiname en Nicaragua junto a Ernesto Cardenal: lo que vio, sintió y fotografió. En más de un sentido narra las desventuras de los pueblos sometidos a la injusticia provocada por las derechas de entonces. Este relato está fechado en 1976 en Cuba, donde era un asiduo de la revolución castrista y desde el punto de vista de un fiel creyente en la revolución cubana. La barca o Nueva visita a Venecia: De acuerdo a lo comentado por Córtazar como prólogo de este relato, lo escribió hacía 20 años y no le gustaba, sin embargo, lo sitúa como parte de este volumen. Adriano y Valentina son una pareja que tiene un affaire en Venecia y luego se separan: se aman y se odian. En el transcurso, Valentina encuentra sexo venal, en Venecia, con un gondolero que al principio la viola, pero de quién después se hace amante furtiva. El relato es largo, interesante, tiene altas y bajas. Una muestra más del arte de Cortázar. Las caras de la medalla: Javier y Mireille se conocen trabajando juntos en Ginebra, se sienten atraídos el uno por el otro, después de mucho esfuerzo logran tener sexo, pero Mireille no logra entregar amor y no se resiste a unirse a Javier. Relato sobre la distancia, el desamor, la resistencia a la entrega y quizás al matrimonio, se puede interpretar como un elogio a la soledad y la independencia femenina. Alguien que anda por ahí: un agente contrarrevolucionario de apellido Jiménez llega a Cuba en una misión de sabotaje. Va a un bar, se toma un trago y escucha el piano antes de emprender su misión. El relato tiene nervio, tensión, pero se le notan las costuras de apoyo al castrismo y de literatura "revolucionaria y comprometida", pero bien narrada y con un final misterioso y entre sombras. La noche de Mantequilla: el 9 de febrero de 1974, en una pelea organizada por Alain Delon en París a orillas del Sena entre Carlos Monzón y Mantequilla, Nápoles, Estévez y Peralta asisten como misteriosos espectadores. Al término de la contienda, Estévez y Peralta son informados que sus planes alevosos se han truncado y que uno de los miembros de su banda está confesando. Uno de ellos deberá morir para mantener la omertà. La pelea es narrada de manera magistral por Cortázar, y la atmósfera de toda la trama cargada de humo, gritos del público, luego silencio y al final vacío configuran una obra maestra de la tensión. Relato que cierra de manera notable este volumen.