Poemario lleno de experiencias, de fantasías, de verdades, de luces y de sombras, en una voz diferente, con un preclaro acento y unas imágenes que la hacen única, además de un referente para todos los que se dedican o quieren convertir la palabra en verso. Una de las voces femeninas más interesantes dentro del panorama poético actual, nos permite vislumbrar una mujer de gesto amable y corazón incendiado por los deseos de la carne y de la razón. Así funde la poeta, misterio, desolación y belleza en una misma caja. Su poesía delata una base intelectual que adolece de artificios y recovecos inexpugnables, pero que posee la complejidad de lo aparentemente sencillo, de lo exquisito, de la exactitud con la que maneja lengua y estilo. Lo que más llama la atención es la capacidad de regeneración que sus versos nos muestran en “Alcoba del agua”, donde elabora su propio laberinto de seducciones y dolor. Construye un mundo donde lo clásico y lo actual van de la mano, pasando por su particular filtro y donde el amor es, ante todo, pasión. Leer a Pepa Parra es adentrarse en un universo en el que priman las sensaciones intensas que sacuden desde dentro, y nos dejan en herencia el sabor de la melancolía, el dolor, pero también el haber amado y disfrutado.