AL OTRO LADO DEL RIO Y ENTRE LOS ARBOLES

Un Coronel mayor de 50 años y siendo consciente de una enfermedad grave le queda poco tiempo de vida, regresa a Venecia con la intención de cazar patos salvajes. Fascinado por Italia en general y por Venecia en particular compara varias ciudades italianas con algunas de Estados Unidos. Rememora que fue ya combatiente en la primera guerra mundial y que estuvo en la guerra civil español como observador, le cuenta a su amada-una joven de la alta sociedad italiana de la posguerra de diecinueve años- varias anécdotas de la II guerra mundial tales como la Batalla de Normardia y la Liberación de París entre otras. Así como el concepto que tenía del ejercito en general y de algunos grandes generales de entonces. Heminway, en esta obra, entre medio ficción y medio verdad, rememora en su peculiar y sorprendente método narrativo algunas de las cosas que él vivió como corresponsal de guerra. En pocas palabras, nos está contando parte de lo que él vivió pero poniéndose en el personaje de un coronel del ejército. También creo que cuando escribió esta obra ya no podía hacer las cosas que le gustaban, como degustar una buena comida o ir de caza o pesca o enamorar mujeres bastante más jóvenes que él. Es una obra nostálgica pero maravillosa de leer con su peculiar estilo que le valió ser reconocido como uno de los mejores escritores de Estados Unidos y también de la literatura universal.

Cuando en un genio todo se alinea, todo se une para crear, surge una novela especial, perfecta en sus defectos, fluida, con algo que contar y acertando en el modo. Una novela que llega, dice, emociona y entristece, porque la historia es bella, pero muy triste.

Algunas frases que me gustaron: "Ya me las arreglare para encontrar también a la felicidad -le aseguró el coronel-. Como usted sabe, la felicidad es una fiesta movible". "Pero si no amas, no puedes divertirte realmente".