AL DIABLO CON LA MUERTE (MORIR POR AMOR 2)

Sinopsis de AL DIABLO CON LA MUERTE (MORIR POR AMOR 2)

Segunda entrega de la serie «Morir por amor» iniciada con Con la muerte en sus tacones. Disfruta una vez más con Pilar, La Muerte, Óscar y un nuevo personaje que no te dejará indiferente, donde nada es lo que parece. ¿Qué harías si te dijeran que te quedas sin cuerpo, porque le pertenece a una muerta capulla que lo «necesita» en el Infierno para no tener que pasar la eternidad en una bolsa de basura con dos agujeros por ojos? Pilar vive en un cuento de hadas con Óscar, el verdadero amor de su vida. Su nuevo pisito, su cuerpo mejorado y el dinero en el banco hacen que su existencia lo tiña todo de color de rosa. Lo último que ella se imagina es que La Muerte sigue sus pasos de cerca, esperando el momento oportuno para avisarle de que hay un pequeño, ridículo, minúsculo problema...: Andrea exije que su cuerpo le sea devuelto para poder pasar la eternidad en el Infierno. La Muerte se lo robó, y lo quiere de vuelta. El inconveniente es que Pilar está utilizando ese cuerpo, no tiene otro. Su suerte se decide en un juicio del que no puede escapar, donde no tiene más remedio que aceptar un juego donde perdería todo lo que ha conseguido hasta ahora. Acepta y vuelve a la vida en un cuerpo totalmente desconocido para ella, en otra vida, con La Muerte como consejera (muy a su pesar) y a la verdadera Andrea de vuelta de entre los muertos, dispuesta a recuperar a Óscar. Será él quien tendrá en sus manos, sin saberlo, el destino de ambas. Los lectores han dicho...«Si el primer libro fue fresco, ingenioso, original y sobre todo divertido este segundo es aún mejor... No me esperaba el nuevo personaje y me ha gustado más casi que los ya existentes y el final... En fin... Recomiendo el libro a todo el mundo que quiera sonreír.» «Se mantiene la frescura, genialidad y ese toque de humor negro tan hilarante y bien usado.» «Estaba esperando este libro desde que acabe el primero!!!!!!! Sin duda, la continuación de la historia no defrauda, aun habiendo dejado el liston tan alto.»