AHORA ME RINDO Y ESO ES TODO

¿Sabías que los grandes apaches chiricahuas Gerónimo, Cochís, Mangas Coloradas, Victorio, Naiche, Chapo y Tsisnah, Loco y Nana tuvieron como segundo idioma el español y no el inglés? ¡Por supuesto ya que por nacimiento y ciudadanía eran mexicanos! Y eso no es todo, Enrigue hace una descomunal obra histórica y ensayísitca que no he visto antes en ningún libro en lengua española. En una de las múltiples historias narradas en este libro, hay una pasaje en la autoficción, donde hacen un recorrido por toda la apachería, zonas olvidadas que se convirtieron en modestos hoteles de haciendas abandonadas, hasta las montañas apaches y el cementerio donde yace Gerónimo y otros. Conocer la historia de Cochís y Nana fue fascinante, Gerónimo y Mangas Coloradas me pesaron sentimentalmente y todo esto debido a la gran investigación, narrativa y por supuesto sensibilidad del autor que es capaz de entender todo lo sucedido en ese entonces. La recomiendo también por los puntos de vista entre la guerra México y Estados Unidos. Realmente quisiera hablar más sobre este western que es considerado metaliteratura además de novela histórica. Yo estoy sin palabras para describirlo todo, maravillada y me declaró una fan de Enrigue por este libro. También lo recomiendo a todos aquellos que al igual a mí se apasionan por las historias de los apaches.

Una gran novela histórica que es, al mismo tiempo, varios libros:Una historia de aventura que narra, por un lado, la campaña para rescatar a una mujer raptada por apaches y, por otro, la vida de ella a entre los indios. Un ensayo sobre la guerra de los apaches contra los mexicanos y los estadounidenses, en el que Enrigue luce su conocimiento exhaustivo sobre el tema. El diario de escritura de este libro, que incluye un viaje del autor junto a su familia por la Apachería (y en el que además aparece Valeria Luiselli escribiendo su propia novela: Desierto sonoro. Una especie de álbum fragmentado sobre las figuras históricas involucradas en conseguir la rendición de Gerónimo, marcada por una frase tan memorable como dura y triste: “Antes me movía como el viento. Ahora me rindo y eso es todo”.Todos estos textos se intercalan (a tal punto que por momento parecen barajados) y se complementan, dialogando entre sí a medida que avanzan. Todos tienen en común la prosa excelente de Enrigue, salpicada de humor inteligente y sutil, y su mirada crítica puesta sobre la historia del injusto final de los apaches.