En «Aerosmith es una mierda», cuento que da título al libro, los miembro de una banda protagonizan una discusión bizantina sobre música; en «La cucha de la colina embrujada» un periodista se ocupa de casos ocultos y paranormales, mientras que «Una historia durísima» cuenta las desventuras de un polista que sufre un accidente por el acoso de mujeres en celo; en «La verdadera historia...» otro periodista es sometido a las peores torturas en un spa sadomasoquista. «Eduardo de la Puente no nos da tregua. Sus historias son siempre irreverentes porque su imaginación no conoce de límites ni tabúes. Sus personajes sufren, padecen y son sometidos por su propio creador a situaciones desopilantes de las cuales casi nunca salen airosos, pero sus cuentos triunfan».