ADIÓS PEQUEÑO

Al principio parece una ensalada de recuerdos y nostalgia desordenada. Sin rumbo. Con un lenguaje que empalaga. A medida que entras en la historia te vas enganchando. Quizá porque encuentras escenas en las que encajas, con las que te sientes identificado. Es el estilo de novela que me interesa. La que habla de relaciones familiares y humanas, las que indagan en el pasado y que desnudan al escritor hasta rozar el pudor. Me gusta el riesgo en la literatura, y aquí lo hay. Dulce, humana, sencilla, honesta. Recomendable para la playa.

Nota9️⃣ Maravilloso 📆2022📆 ✍🏻Máximo Huerta✍🏻 Mi primera lectura del 2023 y ha sido todo un acierto. Mi admirado Máximo Huerta nos deleita de nuevo con su espléndida escritura, su enorme sensibilidad y, en este caso, su parte más íntima🥰 No me extraña que diga que le ha resultado durísimo escribirlo, porque a mí, como lectora, ha habido momentos que me era duro e incómodo de leer😰 (mi empatía a veces me juega malas pasadas). Una forma maravillosa de exponer sus vivencias, sus carencias, sus alegrías (pocas) y sus penas (demasiadas), con unos saltos en el tiempo que te hacen retroceder e imaginar o recordar. A pesar de ser un libro duro y que te sobrecoge el corazón, volvería a leerlo mil veces más para redescubrir otras mil veces todo lo que él ha vivido. Ante esto solo puedo decir: ¡GRACIAS, MÁXIMO! 💜

Nunca había leído nada de Máxim, pero la verdad que es una locura lo bien que escribe y se expresa. Te va contando en un "coctel de recuerdos" como ha sido su infancia, su juventud. La vida en "familia" si es que se puede llamar así la que formaba con sus padres. Ya que tener un padre como el que él ha tenido no es nada fácil (que me lo digan a mi..) Tampoco es nada fácil olvidar lo que has vivido por mucho que tu padre enferme y no se acuerde de la vida que te ha hecho pasar. Su madre por lo que cuenta es una mujer que no ha sido nada feliz, lo cual tampoco es de extrañar.. Resumen del libro: "Nací cuando mis padres no se querían"

He de decir que tenía muchas expectativas, pues todo lo que leo del autor me fascina. No puedo negar, que tiene un don especial para escribir de una forma muy bella. Pero la trama del libro es similar al libro escrito por la Vecina Rubia. Una retahíla de sensaciones y experiencias vividas por el autor, al igual que " La cuenta atrás para el verano", con un sinsentido en atrás y adelante en el tiempo, y que poco importa al lector. Me ha aburrido hasta la saciedad. Más de lo mismo en hasta casi 400 páginas. Da la sensación que este desnudo al que se enfrenta Máximo Huerta, sea una forma de superar algún tipo de trauma familiar, que le ha acompañado toda la vida hasta el momento de convertirlo en literatura.

Es esta novela un relato íntimo de la vida familiar de Máximo Huerta. No esconde el autor bajo el abrigo de ningún personaje los recuerdos más negativos de su infancia: los expresa en primera persona, de manera clara, explícita y sin ningún tipo de ambage. De alguna manera es como si el autor se hubiese dado un baño con el sudor de su propia amargura. Es una autoterapia con la cual intenta expulsar los fantasmas de su alma y su pasado; el lector queda aparte de ese monólogo sentimental, quizá algo desconectado y ausente, apabullado por tanta intimidad. Tres ideas básicas se transparentan en el relato: el amor hacia su madre, el miedo a la vejez y la muerte y el agrio recuerdo de la figura de su padre. Pese a la generosidad emocional de Máximo Huerta, el relato me ha resultado anodino y aburrido. No he conseguido conectar con el autor. Me ha costado bastante acabar el libro.

Reconozco que el autor escribe muy bien y que es sincero evocando sus recuerdos y los sentimientos que se asocian. Pero dejé su lectura a mi pesar ya que me pareció muy triste y monótono El hilo del estado de ánimo lleno de nostalgia y tristeza es una constante que se mantiene a lo largo de toda la obra que no llamaría una novela. Creo que se trata de un diario.

Me gusta mucho la forma de contar de Máximo Huerta. Y este libro es una de esas pequeñas joyas que merece la pena leer despacio, degustando las palabras, que están engarzadas con la precisión casi poética de un orfebre. Tiene mucho de álbum de fotos, dibujadas a través de los recuerdos de una madre y de un hijo, que podríamos ser cualquiera de nosotros. Las familias, la infancia, los aromas, los silencios, los días de fiesta y los sabores que celebran... La vida contada en 380 páginas muy generosas, bañadas con la luz de los días azules de Machado, Juan Ramón Jiménez y Ana María Matute. Me he encontrado muchas veces en este libro (o quizá sea el libro el que me ha encontrado). He sentido que su historia estaba escrita para mí. Tal vez porque, como el protagonista, siento que he llegado a ese momento en el que uno entiende de qué va la película. De envejecer y ver envejecer, de cuidar, de aprender a vivir despacio y disfrutarlo. De decir "adiós, pequeño" y esperar sin prisa y confiado lo que venga.

Me ha gustado mucho, me ha parecido escrito con una sensibilidad abismal. En algunos momentos he pensado que sería una buena lectura para adolescentes. En fin, es lo primero que leo de Máximo Huerta y gratamente sorprendido. ¡Enhorabuena!