Viviane Lancier no tiene tiempo para lamentarse de sus quilos de más, ni de su vida amorosa inexistente, y celebra cada viernes que le toca quedarse de guardia. Una noche, la misteriosa muerte de un vagabundo pondrá a prueba a ella y a su equipo, todo hombres, y especialmente al joven atractivo y trabajador, Agustin Monot, que será el único que conocerá a fondo los versos de Baudelaire, la única pista que el equipo podrá seguir para descubrir qué ha pasado.