A LA CAZA DEL ORO BLANCO

Segunda entrega de las aventuras del pirata Patrick Devlin, que en esta ocasión se ve obligado a asumir grandes riesgos de cua no do su timonel va es secuestrado, como en toda buena novela de aventuras hay un maccguffin, la fórmula para fabricar un porcelana china, por la que pujan ,ricos nobles, piratas, reyes y todo tipo de gente, es entretenida y no está mal, hay un personaje de los malos, digno de una película de JJ ames Bond, el infame y gigantesco verdugo Hib Coombs.

Es la segunda entrega de una serie de novelas históricas de aventuras de piratas, ambientada en el primer tercio del siglo XVIII. Donde debo resaltar la frescura del estilo del autor, la tensión y la acción nunca decaen, porque la ambientación del siglo XVIII es perfecta y porque consiguen atrapar desde la primera página. El pirata Devlin  se enfrenta a una complicada situación: salvar a los hombres que forman su tripulación y hacerle frente a dos enemigos acérrimos que quieren acabar con él. Para ello  tenía que encontrar las cartas donde se guardaba el secreto más poderoso del mundo. La más valiosa sustancia creada por las manos del hombre. Un producto tan lucrativo como la guerra e incluso más capaz de provocar una. Me refiero a la porcelana, conocido por esos tiempos como "oro blanco".  Un producto único, deseado en todo el mundo y más valioso que el oro. Y en esto se halla la clave para poder conseguir un gran poder y, sobre todo, muchísimo dinero. De ahí que todos estén luchando, pisando al que sea y destruyendo a su rival para alcanzar esa leyenda. Algunos aspectos que resaltó de la obra de este escritor es que muestra mucho esmero en reproducir fielmente los detalles de la época, el ritmo vertiginoso de la trama, la frescura de su estilo y el crudo realismo con el que retrata la vida de los piratas.

Excelente.