Sinopsis de 13,99 EUROS

Novela cruel, panfleto insolente y alegato contra la manipulación consumista, 13’99 euros se convirtió en un auténtico fenómeno de masas en Francia, uno de los mayores best-sellers de los últimos años. Esta novela describe el maravilloso mundo de la comunicación moderna: un mundo en el que se gastan miles de millones para despertar entre personas que no pueden permitírselo el deseo de comprar cosas que no necesitan. Es un libro sobre nuestra sociedad, la vuestra, la mía, la que yo mismo contribuí a forjar durante mis diez años de presencia en las agencias de publicidad, la que todos hemos dejado crecer por despecho.

4 reseñas sobre el libro 13,99 EUROS

En nuestra pasión literaria hay cosas que no tienen una explicación, al menos no una razonable. Todavía me pregunto cual es el motivo por el que luego de leer fiasco tras fiasco de un escritor, insisto cada tanto en volver a leer algo suyo. Frédéric Beigbeder se auto-percibe gracioso y transgresor (queriendo interpretar esto último como una virtud como si estuviéramos en los 80´). Siempre intenta proyectar una imagen de adolescente eterno, que no comulga con los valores y principios de la sociedad occidental, pero se sirve y goza de cada uno de ellos. Quizás en mis lecturas comencé al revés y fui de lo último a lo más antiguo. Este es el libro que lo lanzó a la fama, donde mezcla ficción con realidad de su pasado como publicista. En 13.99 Euros (Año 2000, título original "99 francs") Frédéric Beigbeder nos cuenta la historia de Octave Parango, un joven publicista exitoso, que advierte el peligro de la publicidad en la conducta de la gente y hace lo imposible para que lo despidan escribiendo un libro sobre ello. Sexo, violencia y muchas drogas hacen de esta historia un conjunto de reflexiones sobre como el grueso de la gente consume cosas que no necesita y a las que no puede acceder sin comprometerse económicamente, gracias a la publicidad. Además muestra el complejo mundo del ambiente publicitario y la degradación de valores (al final el transgresor termina siendo un conservador... como suele suceder). La razón por la que lo sigo leyendo, .... porque cada tanto necesitamos recurrir al humor del tortazo en la cara para despejarnos. No es más ni menos que eso.


Un alegato contra la manipulación consumista. El autor trabajó durante diez años en agencias de publicidad y denuncia los métodos a los que se recurre para que todos consumamos más, incluso sin necesidad.


Leer este libro es como escuchar a Fanny Lu o a Paulina Rubio; un guilty pleasure en toda regla. Y digo guilty porque este libro peca de muchos vicios teóricamente imperdonables pero, de algún modo, he acabado disfrutándolo. En primer lugar, este libro hace gala de una misoginia interiorizada que no intenta esconder sino de la que se enorgullece. Aquí van algunos ejemplos: "Si los hombres producen tanto dolor en las mueres se debe sin duda a que están mucho más guapas cuando lloran" "Miami Beach es una gigantesca confitería: los edificios parecen helados y las chicas bomboncitos que a uno le gustaría dejar derretir bajo la lengua" Paro aquí porque podría pasarme años citando ejemplos de frases machistas. En segundo lugar, este libro es grotesco y, al igual que lo que sucedía con Oona y Salinger también de este autor, carece de estructura metiendo giros de argumento inverosímiles y hasta esperpénticos. En tercer lugar, en mi opinión, este libro "no sobrevive" al paso del tiempo (y eso que se publicó en el 2000). Presenta a un personaje totalmente trasnochado que, a día de hoy, no puede evocar en el lector más que desprecio y no tiene cabida en una nueva sociedad en la que el buenismo impera. Tira de todos los tópicos habidos por haber de una rock star y los aplica a un publicista con un resultado moralmente deleznable. No obstante, y pese a lo absurdo del asunto, este libro me ha gustado y, digo esto, porque cuando iba a tirar la toalla con él (no sin antes haber dejado algún comentario incendiario por aquí); no he sido capaz porque todavía había una cierta esperanza en mí de que esa rockstar trasnochada que representa el protagonista se redimiera, se casará con Sophie y fueran felices y comieran perdices (al más puro estilo americano). Mención especial merece también el personaje de Tamara que, contra todo pronóstico me resulta entrañable; además de (admitámoslo) francamente divertido. En lugar de con un final feliz digno de ser llevado a la gran pantalla, me he topado con un final sin pies ni cabeza que ha conseguido divertirme y, del que, una vez más, me llevo la sensación de que, el autor sólo escribe por diversión y que le importa un bledo la coherencia o transmitir un mensaje porque él sólito se basta para encantarse a si mismo. Y, todo lo anterior, de manera irracional convierte este libro en atractivo


Hola, terminado,muy divertido,el personaje octave me ha parecido un cretino inspuperable en su afán de hacer justicia social desde su bmwz3,su hipersueldo y su altísimo nivel de vida. Bien en la crítica a la manipulación de la publicidad para vendernos lo que no necesitamos. En cierta manera me ha recordado a american Psycho afrancesado,con los clichés habituales,sexo,drogas y mucha pasta,el lema es escandalizar al lector como sea,entretenido,pero tampoco hay para tanto


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