En este libro se exponen con todo lujo de detalles asuntos tan complejos como la posibilidad de que los suicidios acusados por el FBI no fueran quienes realmente pilotaron aquellos aviones; pistas sobre los negocios que unen a Bush y Bin Laden; pruebas de que nada se hizo -más bien al contrario- para evitar lo que sucedió; referencias sobre la trama empresarial y militar que se benefició con los crímenes y otras muchas revelaciones sobre cómo desde las altas esferas del poder norteamericano y saudí se protegió y ayudó a Bin Laden y al terrorismo integrista.