¡Mundodisco está en guerra! Una hilarante sátira sobre el patriotismo y los confictos armados.En Mundodisco, el mundo imaginario que sirve de escenario a la saga de novelas homónimas escritas por Terry Pratchett, dos barcas de pesca discuten por la posesión de un caladero. De repente, una isla emerge del mar, y del tema de los peces se pasará inmediatamente al de la soberanía. A partir de esta situación surrealista, Pratchett incide en la inutilidad de las guerras, en la xenofobia, el racismo y el sexismo con su inconfundible ironía y su desbordante sentido del humor.
Es difícil dar opinión de una saga que me encanta, de la que me hice fanático. Yo lo disfruto mucho, con pasajes que para mí son geniales. Pratchett siempre es recomendable.
Divertida novela. Todas las de la Guardia lo son. Terry Pratchett, fiel a su costumbre, quiere reflejar en ella conceptos complejos como la guerra, el racismo, la multiculturalidad, el odio al extranjero… Y lo hace con una ironía sencilla pero reflexiva. Los personajes siguen siendo ellos. Afirmando su base, desarrollando su personalidad y haciéndose un hueco en el corazón del lector.
"—Sir Samuel, en el idioma klatchiano la palabra «abogado» ni siquiera existe —dijo el señor Slant. —¿Ah, no? —dijo Vimes—. Bien por ellos."
¡—Ah, sí —dijo Zanahoria—. Bueno, ya sabe cómo son los ladrones…—Lo cual no era ninguna explicación, pero como el tono de voz sugería que sí lo era, el señor Vortin la aceptó como tal durante cinco minutos enteros después de que Zanahoria y Angua se hubieran marchado¡
Es un animal. Los animales no pueden asesinar. Solo nosotras las razas superiores podemos asesinar. Esa es una de las cosas que nos distinguen de los animales."
"Ahmed lo siguió. —Ese es tu amo, ¿verdad? —¡No! ¡No es más que el hombre que paga mi salario! —A veces cuesta de ver la diferencia —dijo Ahmed, comprensivo.
¡—Todos sabemos por qué la gente no confía en un ejército —dijo lord Downey—. Un montón de hombres armados, todo el día por ahí sin nada que hacer… se les empiezan a ocurrir ideas…!
"El patricio estaba en contra de la imprenta porque si la gente supiera demasiadas cosas solamente iba a conseguir preocuparse por tonterías. Así que la gente confiaba en el boca a boca, que funcionaba muy bien porque había gran cantidad de bocas."