El enigmático espectáculo de un suicidio colectivo a gran escala siempre resulta fascinante. Pensemos en los cientos de seguidores de la secta de Jim Jones que ingirieron, obedientes, veneno en su campamento de la Guyana. En el terreno económico, eso mismo está sucediendo hoy en Kansas. Ése es el objetivo de este excelente libro de Thomas Frank. La sencillez de su estilo no debe impedir que veamos su análisis político afilado como una cuchilla.