¿POR QUE SER FELIZ CUANDO PUEDES SER NORMAL?

Con un título que juega en el difuso espacio entre la ironía y la provocación, la autora ha escrito este texto autobiográfico en el que, basada en sus experiencias, cuestiona dogmas religiosos, estereotipos sociales y culturales y al binarismo genérico. En sus primeros años, transitando un infancia difícil, ya germinaban esas ideas que fueron abonadas por la curiosidad, la rebeldía y una acotada biblioteca; ideas que tomarían fuerza cuando en la adolescencia, tiempo de desafíos y aventuras con sabor a inmortalidad, elige buscar la felicidad en otros territorios, otras bibliotecas y otros cuerpos. No quiere ser "normal", no puede, no le interesa. Quiere ser ella misma, tejer sus viejas nuevas raíces, (re)construir su ser, (re)hacer su propia historia. Y echa mano a la escritura, a sus referentes y a la poesía para canalizar ese estado de ebullición constante que la habita. Muy buen libro: profundo, reflexivo y recomendable! 28/1/23

3 ⭐ (pronto reseña)

Si alguna vez se preguntaron cuántos libros caben debajo de un colchón, esta autora tiene la respuesta: setenta y dos, en formato de bolsillo. No era que no hubiera donde guardarlos, sino que había que esconderlos, pues su madre, una severa fanática evangélica, le tenía terminantemente prohibido tener libros.  Pero Jeanette amaba leer, era su escape favorito al acoso de su madre, por lo que camufló más de una capa de libros debajo del colchón. Desgraciadamente, un día la madre descubrió el escondite y les prendió fuego. Jeanette, seguramente con un nudo en la garganta, cuando todo hubo acabado, observó con amargura e impotencia sus libros calcinados dispersos en el jardín.  A manera de consuelo, se dijo que no importaba, pues el contenido de estos ya estaba en su interior. Esta y otras desgarradoras escenas conforman ¿Por qué ser feliz cuando puedes ser normal? (2011), libro de memorias de la escritora inglesa Jeanette Winterson, en el que narra cómo se liberó del  yugo de su violenta madre adoptiva y cómo fue que esta vivencia le marcó la vida para siempre. La interrogante que lleva por título corresponde a la vil reacción de la madre al descubrir un romance lésbico que Jeanette, entonces de dieciséis años, vivía a toda intensidad. El libro es muy conmovedor. Si bien cuando Jeanette logra independizarse lejos de la casa de sus padres y se convierte en una reconocida escritora, nada está resuelto.  El verdadero drama, a mi parecer, se activa cuando emprende la búsqueda obsesiva de su madre biológica a los cincuenta años. Hay arrepentimiento y perdón, pero son como dos extrañas, no puede haber una verdadera conexión, no hay un querer genuino. Cuando la madre biológica reprocha el maltrato de la madre adoptiva, Jeanette piensa ofendida: “Sí, era un monstruo, pero era mi mounstruo”.  Este retazo es de lo más brutal. Esta obra apareció recomendada en un interesante artículo de la escritora Jenn Díaz, titulado Libros para regalar a quienes no saben de qué hablamos cuando hablamos de amor, publicado en la revista Jot down. En el amor, también hay odio, en el odio también hay amor, y estas memorias son la mejor muestra.