¡NO DAVID!

Este cuento está inspirado en la niñez del autor, en lo difícil que fue para él ser obediente, escuchar a su madre y aprender de los errores… ¿Imagina usted tener que ser la sombra de su hijo o hija y por segundos tener que decirle ¡No!? 🙄 o usted fue tan tremendo como lo fui yo 🤭 y de alguna manera me siento un poco identificada con el protagonista. 😁 Creo que David debió ser un niño con mucho talento, porque con tan solo cinco años, recreo con unos mamarrachos preciosos las pilatunas que tanto disgusto le daban a su madre, saben que tenían un único texto…  ¡No, David! su mamá conservó esta obra de arte (mamá es mamá definitivamente 🤭) y ya grande se la entregó. David Shanon conservó la simplicidad de los dibujos que recreaban las travesuras por las que su madre le llamaba la atención constantemente, si desean tener una imagen de lo que les digo, solo miren  la portada para saber ¡con qué se van a encontrar al dar vuelta a la página de este libro álbum! Reparen en su encantadora sonrisa. 🤦🏼‍♀️ En la medida que avanzamos podemos llegar a creer que lo que se está promoviendo es el mal comportamiento, pero lo invito a leerlo y conocer el evento que lo redime.  A veces como adultos solo reparamos en el comportamiento negativo de los niños y no pensamos en que para ellos es difícil hacer lo correcto y no encontramos la fórmula mágica para que aprendan de sus errores, sin embargo, el amor de las mamás en la mayoría de los casos se manifiesta incondicional y esperanzador, convirtiéndose en la barita mágica que transforma al duendecillo o duendecilla en un ser adorable. Innegable es que la palabra ¡No! en el momento adecuado corrige, porque nuestros peques van aprendiendo que hay normas, que todo lo que se les pasa por la mente no lo pueden hacer y que así sus padres les riñan, siempre los van a querer.