¿Habéis sentido alguna vez el deseo de despertaros en el cuerpo de vuestra madre? A Annabel jamás se le había pasado por la cabeza y, sin embargo, a su madre se le ocurrió una idea tan insólita como ésta. Así que, una mañana, sin previo aviso, se encontró con que tenía que preparar el desayuno, llevar a su hermano pequeño a la escuela, una lavadora que se había vuelto loca y no hablemos de la entrevista con sus propios profesores... Y su madre, ¿qué hará en lugar de Annabel, si es que está en lugar de Annabel? Preguntas sin respuesta hasta la última página de este día totalmente loco.