El texto comienza con un fragmento de Desobediencia civil de Henry David Thoreau en el que se denuncia que la sumisión a un reloj lleva al hombre a ser una máquina más. El relato ahonda en esta idea y presenta un mundo en el que todo debe regirse con la exquisita precisión de un reloj suizo: turnos, horarios, tiempos de viaje... Todo está perfectamente medido y calculado. Un ligero retraso en algún punto de la maquinaria retrasa al resto de los elementos. Con el fin de mantener todo este mundo en orden, existe la figura del Maestro Custodio del Tiempo (más conocido como el Señor Tic-Tac). Todos los ciudadanos llevan cardio-placas y, cuando uno de ellos provoca un retraso, se le resta un lapso de tiempo de vida igual al retraso que ha provocado. En este mundo surge el Arlequín, un individuo estrafalario disfrazado de bufón que se opone al sistema provocando retrasos con métodos tan singulares como arrojar ciento cincuenta mil dólares en pastillas de goma sobre la maquinaria de las calles.
Libro raro y extraño. Llegué a él porque en algún lugar leí que se había denunciado la película "In Time" por plagio, pero... cuando lo leí no vi nada que tuviera algo que ver con la peli, excepto que el tiempo es lo único importante en esta distopía. Sinceramente, es uno de los libros más psicodélicos que he leído. A lo mejor no estaba preparada para centrarme entre tanta locura, pero no lo recomiendo.