Hijo de una prostituta y padre desconocido, Ueda Akinari fue adoptado a los cuatro años por un rico comerciante que le proporcionó una buena educación. Heredó el negocio de su padrastro que diez años después perdería en un incendio, escribiendo ya por entonces relatos humorísticos. Estudió Medicina, y practicó durante algún tiempo la profesión, que abandonó para escribir. Ya acomodado, estudió Filología Clásica y Filosofía, comenzando una vida disipada.
Es autor de poemas, ensayos y libros fantásticos.