Cada noche, antes que se acostara, Rosada desataba las trenzas de su hija. ¿Dónde estarás tú cuando tengas mi edad? ¿Cuál será tu alegría cuando tus cabellos dejen de ser negros? ¿Te acordarás de mí? La pequeña la miraba extrañada. Siempre me acordaré de ti, respondía.
KARINA PACHECO
Publicado por:
Ivonne_RodBe