Hija de diplomáticos rusos destacados en Naciones Unidas, marchó de niña a Rusia. Se licenció en Periodismo en la Universidad Estatal de Moscú, y trabajó once años para el periódico Izvestia. Posteriormente siguió ejerciendo el periodismo como profesional libre en otros periódicos. Tras varias amenazas de muerte, murió asesinada.
Además de numerosos artículos periodísticos, escribió libros sobre la guerra y vida en Chechenia y uno muy crítico con el presidente Putin, mostrándose como defensora de los derechos humanos. Recibió tanto en vida como póstumamente numerosos premios periodísticos y por la defensa de las libertades.